Existe una brecha institucional
(Buckingham) o brecha diaria (David Wiley) que analiza la enorme distancia que
existe entre lo que el estudiante es capaz de hacer fuera de las instituciones
educativas y lo que hace dentro. En la mayoría de los casos, las propuestas
educativas mediadas con tecnología ofrecen el soporte digital y algunas incluso
brindan la posibilidad de acceder desde cualquier dispositivo al contenido del
curso; pero muy pocas veces se ofrecen oportunidades para que los alumnos
generen contenido a partir de la experiencia de aprendizaje y establezcan
conexiones perdurables más allá de los límites de la clase.
Joaquín Brunner señala que,
la incorporación de nuevas tecnologías es una nueva “revolución
educacional” que transforma los procesos de la sociedad atravesando toda actividad
humana. Las nuevas tecnologías proveen un escenario lleno de caminos para acceder a la información, para encontrarse y colaborar. Experimentamos
las nuevas tecnologías en relación a un descentramiento y una deslocación del
conocimiento que se presenta como disperso y fragmentado desafiando los modelos
de aprendizaje que están asociados a la
linealidad, la secuencialidad y la verticalidad.
Martin Barbero señala que, "El
saber puede circular por fuera de los lugares sagrados que antes lo detentaban
y de las figuras sociales que lo administraban."
Las TICs nos brindan enormes
posibilidades para aumentar los espacios de diálogo y colaboración a la vez que
nos enfrentan a grandes desafíos ya que no garantizan por sí mismas el
éxito. Burbules señala que, "Tienen ventajas y limitaciones, [...]
su empleo implica elecciones deliberadas, elecciones que podrían haber sido
otras, elecciones que reflejan valores y premisas profundas y tal vez
cuestionables."
La educación actual debe ofrecer las
posibilidades de conexión y acceso a los alumnos a la vez de ofrecer recorridos
personales que sean relevantes.
Luego de su provocadora charla “Matan
las escuelas la creatividad” en el 2006, Ken Robinson presentó un nuevo video,
“A iniciar la revolución del aprendizaje”, en el que nos invita a reflexionar
sobre la necesidad de pensar una educación acorde al contexto en el que
vivimos, innovando y dejando las limitaciones de certezas de otros tiempos para
ofrecer a los estudiantes recorridos personalizados que alimenten sus espíritus
y sus pasiones para que puedan descubrir sus verdaderos talentos y ser parte de
una sociedad que acepte la diversidad. Las comunidades dependen de la
diversidad de talentos.
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